¿Intervenir o no en el mercado cambiario? El frente a frente de las razones para que actúe o no el Banco Central
Desde el primer día hábil de enero, el valor del dólar en Chile ha acumulado un alza de más de $ 90.
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Desde el primer día hábil de enero, el valor del dólar en Chile ha acumulado un alza de más de $ 90. De hecho, el lunes bordeó los $ 990 -a un paso de los $ 1.000-, lo más alto de 17 meses para bajar la jornada de este martes sólo hasta $ 983,67. Es por ello que durante los últimos días ha reaparecido una pregunta en el mercado financiero local: ¿Debe el Banco Central realizar una intervención cambiaria? Según los argumentos, existen razones para que la entidad se pronuncie, tanto como para que se mantenga impávida. Economistas explican qué factores se deben dar para que el instituto emisor actúe, y por qué, de momento, el ente autónomo se mantendría cauto.
La mayor presión la representaría un dólar sobre los $ 1.000
Los economistas postulan que de darse un aumento en la volatilidad del tipo de cambio, la entidad presidida por Rosanna Costa debería pronunciarse.
En lo que va de 2024, el peso se ha depreciado casi cuatro veces más que una canasta de las principales monedas emergentes, dice la economista jefe de Fintual, Priscila Robledo. ¿La principal razón? El diferencial de tasas de Chile y EEUU (más otros países). En este contexto, el mercado se pregunta si el Banco Central debiese salir a contener el valor de la divisa norteamericana.
El economista jefe para Chile de Credicorp Capital, Samuel Carrasco, explica que -en general-, las intervenciones cambiarias se dan bajo la siguiente combinación: una depreciación del peso mayor que la sugerida por los fundamentos de largo plazo; una volatilidad inusualmente alta; y una incorrecta formación de precios en el mercado cambiario.
“Cuando este escenario es persistente durante varios días/semanas -advierte-, la probabilidad de ver distorsiones significativas en el funcionamiento del mercado financiero aumenta”, añade, por lo que entonces esperaría una intervención por parte del instituto emisor.
Si el dólar supera la barrera de los $ 1.000, “podríamos ver una depreciación muy intensa en un período muy breve producto de flujos netamente especulativos”, afirma el economista de Credicorp Capital. No descarta primero acciones verbales desde el Central para luego derechamente intervenir en el mercado.
El economista de Econsult, Arturo Claro, señala que lo que gatillaría una intervención de la entidad sería “un aumento más fuerte de la volatilidad de la moneda que comience a tensionar el correcto funcionamiento de los mercados financieros”. Pero advierte que en 2022 -cuando el ente autónomo intervino por última vez-, la volatilidad del peso chileno era “prácticamente el doble y muy por sobre la de sus pares latinoamericanos”.
La inflación casi en la meta: uno de los hechos que le da un respiro
Desde el mercado creen que el nivel del tipo de cambio aún no ha llegado a un punto de inflexión donde se requiera acción por parte del instituto emisor.
Ante la situación que experimenta el tipo de cambio estas semanas, el Banco Central podría “decidir tolerar la depreciación del peso”, ya que “no tiene oficialmente un objetivo de tipo de cambio”, postula Robledo.
A su juicio, una depreciación sólo le incomoda en la medida en que sea “desordenada” -muchos quieren comprar dólares y no hay quien quiera vender-, o que implique riesgos de que la inflación aumente.
“Por ahora, no parece ser el caso de que la depreciación sea desordenada”, sostiene la economista de Fintual, y marca un punto: la inflación ya está muy cerca de la meta de 3%, y sumado a una economía débil, aquello “le da espacio al Banco Central para aguantar cierto grado de depreciación de la moneda”.
Claro concuerda con esta visión, ya que también las expectativas de inflación están ancladas en el 3% y la economía ya no está sobrecalentada como en 2022.
Además, recuerda que la misión de la entidad presidida por Rosanna Costa es controlar la inflación, y no mantener el dólar en un nivel, por lo que se requieren de situaciones “extraordinarias” para que intervenga.
“Si es que la volatilidad no aumenta fuertemente con respecto a las pares de Latinoamérica y mercados financieros no se ven contagiados, el Banco Central no debiese tener razones para intervenir”, añade el analista de Econsult.
Carrasco, por su parte, dice que “por el momento, el mercado financiero funciona con relativa normalidad, por lo que aún no se justifica una intervención en los niveles actuales”.
Y Robledo pone otro factor sobre la mesa: el nivel de reservas de la entidad. “No creemos que una intervención directa sea su opción preferida, porque las reservas de dólares que tiene el Central no son muchas (comparadas con lo que tienen otros países o con lo que llegó a tener el Central en el pasado) y probablemente el efecto sería limitado y temporal”, asegura la economista.